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DOLOR DE ESPALDA BAJA: ¿CÓMO IDENTIFICARLO?

El dolor de espalda baja es una de las razones más comunes por las que las personas buscan atención

médica o faltan al trabajo. El dolor de espalda baja es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo.

Por suerte, existen medidas que pueden ayudar a prevenir la mayoría de los eventos de dolor de espalda baja, sobre todo en el caso de las personas menores de 60 años. Si la prevención falla, a continuación te compartiremos información que puede ayudarte a disminuir los síntomas en pocas semanas.

SÍNTOMAS

El dolor de espalda baja puede variar desde un dolor muscular hasta una sensación de ardor o dolor muy intenso o punzante. Además, el dolor se puede extender hacia la pierna. Agacharse, girarse, levantar peso, estar de pie o caminar puede empeorarlo.

Cuándo debés consultar con un médico:

En la mayoría de los casos, el dolor de espalda baja mejora progresivamente a las pocas semanas con tratamiento en casa y medidas de autocuidado.

Comunicate con un médico si tu dolor de espalda baja:

  • dura más de dos semanas;
  • es intenso y no mejora con el descanso;
  • se propaga a una o ambas piernas, en especial si se extiende por debajo de la rodilla;
  • provoca debilidad u hormigueo en una o ambas piernas; y
  • está acompañado de una pérdida de peso sin causa aparente.
  • incontinencia para retener los orines o las heces ;
  • está acompañado por fiebre;
  • aparece después de una caída, un golpe en la espalda u otra lesión.

FACTORES DE RIESGO

Cualquier persona puede tener dolor de espalda baja, incluso los niños y los adolescentes. Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener dolor de espalda baja:

La edad. El dolor de espalda baja es más común a medida que envejecés, a partir de los 30 o 40 años.

Falta de ejercicio. Los músculos débiles y no utilizados de la espalda y el abdomen pueden causar dolor de espalda baja.

Sobrepeso. El exceso de peso representa una sobrecarga para la espalda.

Enfermedades. Algunos tipos de artritis y cáncer pueden contribuir al dolor de espalda baja.

Levantar objetos de forma inadecuada. Podés tener dolor de espalda baja si usás la espalda en lugar de las piernas.

Trastornos psicológicos. Las personas propensas a la depresión y la ansiedad parecen correr un mayor riesgo de tener dolor de espalda baja. El estrés puede provocar tensión muscular, que puede contribuir al dolor de espalda baja.

Fumar. Los fumadores tienen tasas más elevadas de dolor de espalda baja. Fumar también puede reducir el flujo de sangre hacia la columna vertebral y aumentar el riesgo de osteoporosis.

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